El 15 a 20 por ciento de los niños sufren de alguna alteración en su piel y no es cierto que los "los niños son adultos en miniatura" pues su piel tiene características especiales que requieren un manejo muy cuidadoso y productos apropiados para esa piel sensible y delicada. De un correcto manejo en la infancia depende que no padezcan enfermedades crónicas en la vida adulta.